Aquí está la carta que nos redactaron en el consulado de Japón de la cantidad entregada,
"...Empecemos a cambiar nosotros, y una parte del mundo ya habrá cambiado.Es igual que tener ante nosotros un muro de color negro y quejarnos de que es oscuro, cuando en nuestras propias manos tenemos un bote de pintura blanco y un pequeño pincel. Tal vez no podamos pintar con ese botecito todo el muro, pero sí que accederemos a pintar una parte de él. Si cada uno aporta lo suyo pintado la parte que le corresponde o la que buenamente puede hacer, el muro, al final, será de color blanco."
Texto extraido de pág. 101 del apasionante libro: "Sonrisas de Bombay" de Jaume Llorente.
Este libro me lo he leido esta semana santa ,en el que una vez más se demuestra que el deseo de hacer algo con el corazón es lo que nadie puede derrumbar, por muy imposible que parezca.
Este libro me ha hecho llorar y a la vez me ha demostrado que siempre hay gente buena de verdad que lucha por las cosas buenas, cueste lo que cueste y todo por amor.
4 comentaris:
M'encanta Carme! ja et vaig dir un dia que hauria d'haver mes gent com tu, el món seria diferent!però també es veritat que gràcies a gent com tu hi ha una esperança d'un món millor, perquè per poder recórrer 1000 km sempre s'ha de fer un primer pas!
gràcies per ser així.
una abraçada.
Helena
Gracias por dejarnos dar unas pinceladas de blanco con tu pintura.
Tanta feina va donar els seus fruits, enhorabona!
Carmen, una vez más quiero felicitarte por lo que has hecho: un gesto muy noble. Si todos aportáramos un grano de arena para cualquier otra buena causa, el mundo definitivamente sería otro. Apartar el ego y situarnos en los pies de otra persona, nos hace centrarnos, para ello tendremos que liberar la mente de pensamientos perturbadores y nos hacen apartarnos de la realidad humana. No es fácil, pero NO IMPOSIBLE.
Un abrazo y si necesitas ayuda en otra cosa, pues cuenta conmigo!
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